Señor Marcos Bórquez Cárdenas, Director del Liceo Manuel Jesús Andrade Bórquez, señor Pedro Andrade Oyarzún, Alcalde de la ciudad de Chonchi, autoridades comunales, personal de UTP, docentes, paradocentes, apoderados, comunidad educativa:
Jamás imaginé este momento, pero me enorgullece estar frente a todos ustedes, me embarga un halo de tristeza y pena, vengo con una misión, la cual es de representar (en estás breves, pero significativas palabras), a todos y cada uno de mis compañeros. Cada uno de nosotros es un mundo distinto, todos con diferente pensar, pero en este acto solemne, y como es nuestra característica Liceana, queremos demostrar todo el temple, respeto y gratitud hacia nuestros Directivos, Profesores, Paradocentes, Auxiliares y en general, a toda la comunidad educativa de nuestra ciudad:
Gracias Liceo por acogernos en tus aulas, brindarnos protección frente al frío y la lluvia, tus paredes estarán por siempre plagadas de nuestras risas, nuestros juegos de niños, nuestras travesuras y también nuestras tristezas. Recordad Liceo amado, por tus aulas pasó una generación que jamás podrá olvidarte, una generación de estudiantes capacitados, bien formados en lo académico y en lo espiritual, con una ética profesional a toda prueba. Consientes estamos, que este primer triunfo no es el fin de nuestros caminos, sino muy por el contrario, es el comienzo de nuestro futuro.
A nuestros Directivos y Profesores: Gracias por su entrega, su dedicación y amor. Recuerdo, (en nuestras conversaciones “off the Record”), con algunos profesores sus sabias palabras: “Caminad a paso firme por la vida, no desvanecer ante la adversidad, dejad de lado la envidia para con tu prójimo, no claudicar ante nada ni nadie, solo son grandes, los que luchan incansablemente en busca de la verdad, la justicia y la equidad, buscad el equilibrio perfecto entre el Saber Hacer y el Dejar Hacer, si fuisteis capaces de lograr esta primera meta, serán capaces de vencer en la vida, jamás compitas con nadie, sólo hazlo contigo mismo”. Sin duda son palabras muy sabias, aquellas que dan el entendimiento y la madurez de los años. Gracias, infinitas gracias por estos consejos. Dura es la batalla que tendremos que dar en el camino de nuestras nuevas vidas, sólo la doblegaremos con las herramientas del saber y la sapiencia de un verdadero Liceano.
Sepan ustedes, queridos y respetados maestros, que nos alejamos de estas aulas con una profunda pena, con un dolor muy grande en el alma, pero, también deben saber, que su misión de educadores fue cumplida a cabalidad, ahora nosotros sólo necesitamos volar con nuestras propias alas, y dar gracias por las herramientas del saber que ustedes de forma muy abnegada nos proporcionaron.
A nuestros Padres y Apoderados: Gracias por sus desvelos, gracias por su amor infinito, gracias por sus sabias palabras, gracias por su ejemplo de lucha, todo lo que nos dieron, cayó en tierra fértil, no los defraudaremos.
A mis compañeros: Simplemente voy a acuñar una frase que está escrita en la página web del Técnico Profesional: “Cada uno de nosotros está en la tierra para descubrir su propio camino, y jamás seremos felices si seguimos el de otro”.
Por último, solo me resta decir. “Qué Dios les bendiga a todos y cada uno de los presentes, y para los que ya partieron, sepan que estarán en nuestros recuerdos por siempre.
Por la Patria, Dios y Nuestro Liceo, muchas gracias.
